miércoles, 7 de noviembre de 2012

Esto de ponerse a escribir…




        Hoja en blanco, lápiz, y ni una sola idea en mi cabeza. Y lo peor de todo, me toca escribir. Si tuviera que dibujar sería diferente, ya que era mi pan de cada día en los tres años que he estado estudiando arquitectura. Expresar en un papel lo que ronda nuestra cabeza. En realidad, ¿son tan diferentes los dibujos de las palabras?

Materializar nuestras ideas, ése es nuestro punto de partida. En la mente, los conceptos son dispersos, difusos, vienen y van, y ni siquiera somos conscientes de su existencia. ¿O acaso existen? Un trazo, se dibujan las formas, algo empieza a tomar cuerpo, y cobra vida por sí solo. Dialogamos con el dibujo, todo fluye y toma asiento. En un momento, nos encontramos ante nuestra expresión más sincera. Algo así como un vidrio que pintamos para convertirlo en espejo, y ver así nuestra mente reflejada. Dejamos constancia de lo que somos, de lo que pensamos. Todo se vuelve claro y por fin sabemos qué tenemos. Es entonces cuando toca manejar ese material, amasarlo, y darle la forma que más nos interese. Con esta manifestación podemos entendernos a nosotros mismos, así como hacer que los demás nos entiendan.

          Lo que hay en nuestra cabeza no tiene razón de ser si no se expresa. Por eso, siempre que ronde algo nuestra cabeza, debemos escribirlo, o dibujarlo. Es así como conceptualizamos nuestras ideas y hacemos que estas sirvan, para que no queden en algo efímero sin utilidad alguna.





Victor Sanden Guirado. 
1º Comunicación Audiovisual y Humanidades



2 comentarios:

  1. Me parece muy bueno, y las ideas son claras y me parece que expresan bastante bien lo que se siente en el momento de ponerse a escribir. La imagen va acorde con el texto por el tipo de pintura que representa, así que todo está en perfecta armonía. Me ha gustado mucho.

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  2. Una forma muy gráfica de representar ese momento previo a plasmar tus ideas en un folio, y un buen símil.
    Dafne

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