BENDITO PROGRESO
Cuenta la leyenda que hubo una vez en esta nuestra
confederación de comunidades autónomas (antes incluso que ellas) una idea
políticamente incorrecta. Una idea por la que muchos lloraron, se emocionaron,
lucharon y murieron. Una idea falsa y perniciosa, antaño conocida como España. Idea en la que ejemplo de españolismo eran los
vascos. Disparate que no negaba que los catalanes fueran españoles.
El mito, cuenta que hubo un pasado en el que el sabor salado
del sudor y de la sangre derramados eran para muchos más dulces que la miel.
Afortunadamente hoy despreciamos a nuestros
antepasados. Hemos avanzado, digámoslo con orgullo, somos mejores, les hemos
superado y poco a poco con el tiempo vamos olvidando su barbarie.
Vamos olvidando el espíritu fiero e
indomable de la lucha a la desesperada y del honor hasta en la derrota.
Vamos olvidando el brillo de las
cadenas rotas en la carga de los tres reyes.
Vamos olvidando los nombres de
aquellos que como el horrible cojo, manco y tuerto Blas de Lezo, dieron su vida
al servicio de su (palabra que debemos evitar para ser gentes ortodoxas y
políticamente correctas) patria.
Vamos olvidado el tronar de los
cañones en Bailén, la caída del sol
alargando la delgada sombra de nuestras enhiestas picas en Pavía, Ceriñola,
Mühlberg, Gembloux, Ostende, Breda, Nördlingen… Y tantos otros nombres de los
que debemos avergonzarnos.
Insisto, somos mejores, menos egoístas, más sacrificados. Hemos
superado un pasado por el que otros nos envidian y que hoy, nos parece vomitivo.
No nos dejamos la espalda buscando patatas en una tierra
baldía. Vivimos, lamentándonos al tener que mover el culo del sofá para buscar
el mando y mirando hacia otro lado cuando alguien nos recuerda que hubo y que
aún hay gente que lucha y muere por los suyos a sabiendas de lo que hace.
Pero esa locura ya ha pasado. ¡Quememos
nuestros viejos estandartes y vayamos al cine a ver alguna película americana
de acción! ¡Encerremos toda nuestra historia en un baúl y tirémosla al mar
atada a un bloque de hormigón! seguro que así nos va mejor…
La historia nos devolverá nuestro trato con la misma moneda
con la que le pagamos. Y seguro que entonces comprobaremos que somos mejores
que ellos.
Bendito progreso…
Por
Alberto Ciruelos Enjuto
Francamente bueno, Ciruelos
ResponderEliminarDespués de tu artículo no tengo nada más que añadir... sencillamente te digo que es un escrito envidiable y una reflexión de lo más profunda. Recordando nuestras raíces, nuestra dignidad y honor pasados, es cuando me siento orgullosa de nuestra patria.
ResponderEliminarDafne