sábado, 5 de enero de 2013

Los puntos finales facilitan la vida a la gente


No quisiera despedirme de ti sin antes recordarte lo importante que has sido para mí. 

Hace un año me llevé nuestra maleta de recuerdos lejos de nuestra querida isla, pensé que sería imposible deshacerme de ella, pero no tardé mucho en tirarla.
Tiré cuatro años de broncas, de sueños rotos, de promesas sin cumplir.  También destruí el recuerdo de nuestro primer sábado, aquel en el que me temblaba el cuerpo entero pensando que jamás volvería a sentir por nadie lo que sentí contigo aquel día.

Las canciones que firmamos en nuestra memoria, la pasión escondida sólo para nosotros, lo egoístas que fuimos… todo ha desaparecido. 

Olvidarte teniéndote cerca era demasiado difícil, son muchos años en el mismo lugar y ahora que vivimos vidas paralelas ya no hay sufrimiento. Ahora todo nos va bien y la vida te sonríe. 

Sólo espero que esa chica sepa valorarte y te haga feliz cada día. 
Gracias a la distancia, pues ha sido el único remedio a esta enfermedad. Y por supuesto, gracias a ti... por los momentos. 
Sonríe, siempre. 

Sé que te debo un café.




Cristina Llamas
Periodismo 1.1


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